lunes, 24 de septiembre de 2012

jueves, 13 de septiembre de 2012

El historicismo de Kuhn


Introducción

El filósofo estadounidense propone el análisis de la ciencia desde un enfoque historicista, dentro de un proceso sucesivo y en constante evolución.

Para ello, establece cinco fases de desarrollo, en las que la existencia de un paradigma y su estudio normal entran en una etapa de crisis, desatando una revolución que tiene por producto un nuevo paradigma. Este proceso se repite nuevamente en cada época histórica, razón del nombre del enfoque de Kuhn.

Desarrollo

Thomas Samuel Kuhn, Físico, Historiador de la Ciencia y Filósofo estadounidense, expuso en su obra “La estructura de las revoluciones científicas” el enfoque historicista con el que propone analizar la ciencia.

El enfoque de Kuhn se contrapone al enfoque “formalista”, entendiéndose ésta última como una actividad completamente racional y controlada, mientras que el enfoque “historicista” considera a la ciencia como una actividad concreta que se ha venido dando a través de los tiempos, presentando en cada época histórica peculiaridades y características propias.

Según Kuhn, la ciencia se desarrolla siguiendo cinco fases dinámicas:

  1. Establecimiento de un paradigma

  1. Ciencia normal

  1. Crisis

  1. Revolución científica

  1. Establecimiento de un nuevo paradigma

Por paradigma, define las realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica, aquellos que practican una especialidad científica.

La ciencia normal implica investigación, basada en una o más realizaciones científicas pasadas, reconocidas por alguna comunidad científica, durante un cierto tiempo y utilizadas como fundamento de prácticas posteriores. En el desarrollo de la ciencia madura, las transiciones de paradigmas son revoluciones científicas, siendo su patrón usual de desarrollo, la transición sucesiva. Ahora bien, no todas las teorías pertenecen a paradigmas, solo cuando el experimento y la teoría de tanteo coinciden, nos encontramos ante el descubrimiento y se convierte esa teoría en paradigma.

La crisis es la condición previa y necesaria para el nacimiento de nuevas teorías y todas las crisis inician con la confusión de un paradigma. Kuhn considera que no existe la investigación sin ejemplos en contrario, por lo que la transición de un paradigma a otro nuevo – el rechazo de un paradigma implica reemplazarlo con otro – está lejos de ser un proceso de acumulación, sino una reconstrucción de campo o una partida de nuevos fundamentos, lo cual constituye un enfrentamiento al enfoque formalista. Cuando la transición es completa, se habrá modificado la visión del campo, métodos y metas.

Se considera revolución científica a todos aquellos episodios de desarrollo no acumulativo: cuando un paradigma existente deja de funcionar de manera adecuada, en la exploración de un aspecto de la naturaleza. Kuhn considera que solo en el caso de las anomalías que no son asimiladas en los paradigmas existentes, se pueden producir nuevas teorías. En tal sentido, afirma que las teorías científicas posteriores son mejores que las anteriores para resolver enigmas: “una teoría científica nueva es mejor que sus predecesoras.”

Tras la revolución, el ciclo empieza de nuevo y el paradigma instaurado da pie al proceso de ciencia formal: “La tradición científica normal que surge de una revolución científica es no sólo incompatible sino también a menudo incomparable con la que existía con anterioridad.”

Con base en lo expuesto, consideramos que el enfoque historicista de Thomas S. Kuhn responde a un proceso dialéctico, mismo que visualizamos claramente en las etapas de crisis y revolución científica.

Conclusiones

Kuhn considera a la ciencia como un proceso sucesivo y en constante evolución. Si bien los paradigmas constituyen el status quo, no constituyen cláusulas pétreas, verdades inamovibles. Por el contrario, en el momento en que no responden a una realidad o necesidad, llega el momento de confrontarlos y cuestionarlos, resultando de este proceso una revolución del conocimiento y el establecimiento de nuevo paradigma, inclusive totalmente opuesto al primero.

domingo, 9 de septiembre de 2012


¿Para qué sirve la filosofía?

Hacer la lectura y responder en 50 líneas las siguientes preguntas.

¿Es importante la filosofía? ¿Por qué?
¿Qué importancia tiene para ti pensar?
¿Por qué es útil el pensamiento en tu carrera universitaria y en el mundo profesional que te tocará vivir?

Desde su nacimiento, la filosofía carga con la sospecha de ser una disciplina sin utilidad. A lo largo de los siglos, los pensadores han arriesgado varias justificaciones. En este informe, se ponen en tela de juicio los distintos aportes que la filosofía podría hacer tanto en el ámbito público como en el individual, el de la vida cotidiana.

Ivana Costa
Según Aristóteles, la filosofía nació con Tales de Mileto en el siglo VI antes de Cristo, porque fue Tales el primero que buscó respuestas a sus preguntas acerca del mundo sin recurrir a la mitología. De Tales se sabe que fue matemático, astrónomo, ingeniero, estadista, meteorólogo y uno de los Siete Sabios. Y sin embargo, entre sus contemporáneos no despertaba siempre reverencia.

Una vez —cuenta Platón— Tales se cayó en un pozo y una esclava se burló de él: por mirar el cielo —se reía la joven— no advierte lo que tiene bajo sus pies. En otra ocasión —cuenta Aristóteles—, Tales tuvo que mostrar que los filósofos también pueden, si quieren, ganar dinero, porque él estaba cansado de recibir toda clase de cargadas "tanto por su pobreza como por la inutilidad de la filosofía". Como sus conocimientos le habían permitido calcular una buena cosecha, Tales arrendó, fuera de estación, todos los contenedores para olivas a bajo precio y cuando llegó el momento los alquiló más caros.

El punto es que desde que existe la filosofía quienes no la practican se preguntan para qué sirve o, más bien, hacen explícita su sospecha de que no sirve para nada. Quizá haya algo muy sensato en esa sospecha, considerando que desde hace veintiséis siglos los filósofos vienen proponiendo sistemas, teorías, doctrinas, hipótesis o dogmas acerca de las cuestiones más variadas —¿qué es el hombre? ¿por qué hay universo y no "nada"? ¿existe dios? ¿cuál es la relación entre el lenguaje y la realidad? ¿cómo hacer justicia?— sin resolver definitivamente ninguna o pocas de ellas. Debería llamarnos la atención, sin embargo, que —como señala Manuel Comesaña— "a pesar de tratarse de discusiones interminables sobre problemas sin solución", el interés por la filosofía no ha desaparecido nunca.

En todo caso, la pregunta por la utilidad de la filosofía no puede entenderse de una única manera. "Para qué sirve" se dice en muchos sentidos. Puede ser una pregunta retórica —que ya presupone una respuesta negativa—, una pregunta ingenua —por ejemplo, la de un padre preocupado porque su hijo acaba de anotarse en la carrera de filosofía—, una pregunta decepcionada —la de un profesor o un investigador con crisis de identidad—, o una pregunta que tiene la expectativa de encontrar en las respuestas apologéticas un nuevo sentido para encarar la propia tarea o la propia vida. El francés Gilles Deleuze dice que "cuando se pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva, ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz". Pero algunas veces, es la propia filosofía la que se formula esa pregunta; entonces es posible que de esa reflexión surja una transformación fructífera o una revolución en el modo de pensar y de actuar.
Contra las ideas instaladas

"A la pregunta de por qué filosofar hay que responder con otra pregunta: ¿cómo no filosofar? La posible inutilidad de la filosofía es parte de su contingencia —explica Samuel Cabanchk—y en ella radica también su utilidad, ya que la filosofía sirve para no hacer masa con el pensamiento masa; para ir más allá del pensamiento que domina en los medios, de la espontaneidad de la opinión de la calle, de las fórmulas masificadas. No se trata de instalar un elitismo del pensar sino de ejercer el pensamiento crítico, tanto en el universo personal como en el colectivo."

El problema es, quizá, que estos ejercicios de tan noble utilidad sólo tengan lugar en los ámbitos académicos, a puertas cerradas, y sólo algunas veces lleguen a atravesar los muros del aula. Cabanchik, que ocupa el puesto de director del departamento de la carrera de Filosofía, en la facultad de Filosofía y Letras de la UBA, dice que la academia "es un canal para la filosofía en el cual puede darse o no ese distanciamiento del pensamiento masificado; pero está claro —subraya— que ningún ejercicio institucional lo garantiza". La cuestión, de todas maneras, sigue en pie: ¿en qué medida esta capacidad de poner a prueba los lugares comunes del pensamiento que tiene la filosofía logra hoy salir fuera de los centros de docencia e investigación para situarse en las prácticas sociales? Y esto ¿tiene que ser así fatalmente?

A esto apuntan, quizá, los estudiantes que pintan las paredes de las facultades de filosofía con leyendas del tipo "Que la universidad se pinte de pueblo" (en el tercer piso del edificio de la UBA) o distribuyen volantes exigiendo que en las aulas se discutan los modos de accionar académica y políticamente. Pero esa vocación por la acción no viene siempre acompañada por otra vocación central para la utilidad filosófica: la de una discusión argumentada, abierta y plural. Por caso, para mostrar rechazo por la actuación de un filósofo en política no se compromete a cada uno de los actores involucrados en un debate: el cartel injurioso, el escrache o la pintada están más a mano; y estos hábitos llevan a un mayor encapsulamiento y aislamiento de la comunidad académica en todos sus niveles.

El fin de las discrepancias
"Algunos piensan que la filosofía puede y debe contribuir a la solución de problemas morales, psicológicos, científicos, políticos, y que si no lo hace, es sólo un juego frívolo —dice Manuel Comesaña, de la Universidad de Mar del Plata—. Mi propia opinión, nada original, es que en dos mil quinientos años la filosofía occidental no ha podido resolver ninguno de sus propios problemas y siendo así es dudoso que pueda solucionar problemas ajenos. Desde luego, uno puede dar por buena una teoría filosófica que tenga respuestas para todos los problemas, y esto es lo que hacen los que dicen aplicar la filosofía. Por ejemplo: si uno es tomista y se ocupa de la llamada ética aplicada puede condenar el aborto en toda situación, sin excepciones. Pero algunos de los mejores filósofos van a rechazar con argumentos eso que uno da por bueno. Si uno mira esta situación desde arriba no encuentra razones para adherir a ninguna teoría: cuando las autoridades discrepan, no hay autoridades."

¿Deberían entonces dejar de discrepar los filósofos? En el diálogo De legibus, Cicerón relata la siguiente anécdota: cuando el procónsul romano Lucio Gelio llegó a Atenas para gobernar en nombre del Imperio, llamó con urgencia a los filósofos de la ciudad y les pidió que pusieran fin a sus disputas estériles y llegaran a algún tipo de acuerdo; dijo, además, que si no querían pasarse la vida discutiendo, él se ofrecía como árbitro para ayudarlos a alcanzar puntos en común. A Cicerón esta situación le parecía, por lo menos, "chistosa" y, como él, muchos filósofos se han horrorizado y se escandalizan hoy cuando se los intenta agrupar bajo una línea de pensamiento. En cambio, Michael Frede, profesor de filosofía clásica en Oxford, escribió recientemente que hoy existe "demasiado acuerdo" entre los intelectuales y que resultan mucho más útiles a la filosofía quienes "tienen la claridad intelectual y el coraje para mostrar que las cosas se pueden ver de otra manera".

Esta era la tarea que Theodor Adorno reivindicaba para la "inútil" filosofía: porque su supuesta inutilidad deja al descubierto su crítica de los saberes y las prácticas dominantes. "La filosofía —escribió Adorno—, a la que basta lo que quiere ser y que no galopa puerilmente detrás de la historia y de lo real, tiene su nervio vital en la resistencia contra el actual ejercicio corriente y contra aquello a lo que éste sirve: la justificación de lo que ya es."

El saber en sus límites
Pero tal vez convenga establecer otra zona para los acuerdos entre pensadores; por ejemplo, acuerdos entre la filosofía y las otras disciplinas relacionadas directamente con el quehacer humano. Horacio Banega, profesor de gnoseología en la UBA, dice que la utilidad de la filosofía puede abordarse desde un eje individual y otro colectivo. "En cuanto a lo individual, la filosofía sirve para adquirir habilidades cognitivas ligadas al pensamiento abstracto y eso luego trae aparejado el placer por el saber. Colectivamente, la filosofía sirve para criticar, revisar o consolidar las distintas racionalidades de la vida social, y allí la filosofía se encuentra en pie de igualdad con otras disciplinas. No creo que pueda dar un punto de vista fuera de lo social y tampoco dar una vivisón de la totalidad. Su aporte es, más bien, una metodologías de análisis antes que un pensamiento sustantivo."

Ahora, si la gente se reía de la futilidad del estudio de Tales de Mileto, qué queda para la filosofía actual, que no es siquiera, como era en la Antigüedad, la suma del saber. No es ciencia, ni tecnología de aplicación puntual, ni tampoco teología. Pero ¿sería deseable tener ciencia, técnica o teología sin una reflexión filosófica que examine críticamente sus supuestos? "La filosofía es un género de reflexión acerca de los fines y de los valores que orientan a un colectivo social —dice Daniel Kalpokas, doctor en filosofía y especialista en el pensamiento del norteamericano Richard Rorty—. Se supone que reflexiona sobre por qué invertir dinero en una investigación científica y no en otra, por ejemplo. Si la ciencia y la tecnología son medios para alcanzar ciertos fines, la filosofía debería ser una reflexión acerca de esos fines y de su sentido."

Ligada a esta función aparece la dimensión crítica de la filosofía: "La crítica de la cultura es prerrogativa suya —dice Kalpokas— porque es una reflexión que atraviesa todas las áreas culturales: estética, ciencia, historia: todo lo que el alemán Jürgen Habermas llama "el mundo de la vida", y esto es así porque la filosofía tiene esa capacidad de relacionar los diversos fragmentos de la cultura con la vida cotidiana. Esto no es parte del contenido de las ciencias, sino de la filosofía. En este sentido, su vocación por la totalidad de la cultura es legítima. Si Aristóteles definía a la filosofía como el saber de lo que es en tanto que es, hoy deberíamos llamarla reflexión de la cultura en su conjunto y en todas las sociedades".

La totalidad perdida
La ilusión de crear un sistema teórico de explicación del mundo a partir de la pura razón se terminó con Kant, quien situó los límites del conocimiento humano y delineó los usos posibles de la razón pura y práctica. "Las cosmovisiones omnicomprensivas del mundo, sean de carácter religioso, metafísico o ideológico, o inclusive metafísicas laicas y seculares como el marxismo leninismo, han perdido vigencia absoluta", dice Osvaldo Guariglia, profesor de ética en la UBA e investigador del Conicet. ¿Significa que los márgentes de utilidad de la filosofía son más estrechos?

"En este mundo nuevo de pensamiento postmetafísico —sigue Guariglia— el filósofo de la ética y la política debe preguntarse cuáles son los fundamentos intersubjetivos de las normas que nos deben regir todos los días. La crisis del relativismo cultural, del escepticismo moral, de la desorientación subjetiva es efecto de la secularización que trae la modernización, y esto no produce siempre progreso. También produce el terror al progreso, a la modernización de las relaciones sociales y a la secularización de la sociedad, que está en la base de todo fundamentalismo. En este marco, el filósofo puede aportar una visión crítica porque al tener en cuenta el deber ser no intenta rever el pasado sino abrir el horizonte de las expectativas."

Pensar lo público

Karl Marx, graduado en filosofía con una tesis doctoral sobre el atomismo de Demócrito, escribió en su madurez: "Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo".

Con esta sentencia subrayó lo que ya era un lugar común desde tiempos antiguos: los filósofos "interpretan", en cambio la actuación sobre la realidad social y política —incluido todo intento de transformación— es incumbencia de otros sabios: economistas, sociólogos, politólogos. Pero hoy, al parcer, muchos filósofos reclaman un lugar más protagónico y activo en la vida pública.

Tomando sólo algunos casos de académicos de la UBA, se pueden mencionar a Eduardo Rabossi, que fue Secretario de Derechos Humanos del gobierno de Raúl Alfonsín; Guariglia, convocado asimismo por Alfonsín para asesorar en la formulación de criterios procesales que antes del Juicio a las Juntas distinguieron entre quienes daban las órdenes (de un plan sistemático de terrorismo de Estado), quienes las hacían cumplir y quienes las cumplían. Florencia Luna ha sido asesora de la Organización Mundial de la Salud en cuestiones legales y éticas ligadas a la genética; y Diana Maffia ha sido Defensora del Pueblo adjunta. ¿De qué manera sirve la filosofía en la Argentina de hoy, atravesada por crisis múltiples y por múltiples deseos de transformación?

"La filosofía cumple una función crítica con respecto a todo lo que la gente cree saber —explica Manuel Comesaña— y esto resulta útil: Bertrand Russell decía que es preferible una incertidumbre fundada a una certidumbre infundada. No creo que esto se aplique a todas las situaciones: por ejemplo, en la vida cotidiana, dar por sentada la existencia de objetos físicos —que algunos filósofos han negado— parece más práctico que ponerla en duda. Uno muchas veces está obligado a actuar como si tuviera certezas, aunque no las tenga, pero en algunas situaciones resulta útil cuestionar certezas, por ejemplo, certezas políticas —aunque más no sea porque siempre se asesina en nombre de certezas, nunca en nombre de dudas."

Horacio González afirma: "La filosofía sirve porque su servir está en la revisión de los cimientos del propio lenguaje con el que pregunta; ahora, cuando nos preguntamos por la utilidad de la filosofía en la Argentina de hoy tenemos que admitir que nos falta un lenguaje que pueda servir sin obligar ni programar. Es decir, que sirva justo porque se considera que está de sobra. Ese lenguaje, que investiga lenguajes, es la oscura felicidad de la filosofía. Es la flecha celosa que señala hacia la conciencia de lo que falta. Porque todo país se compone alrededor de lo que él priva. O de lo que a él lo privan".

Para poder intervenir activamente en la crisis actual, la filosofía "debería intentar reproducir el espacio del ágora, que ya no existe, y que para los griegos era el sitio de encuentro y debate sobre la política en todos los sentidos de esta palabra", opina Samuel Cabanchik. "Ese espacio —sigue— debe ser reconstruido en el ámbito familiar, en el de la amistad, en el trabajo y en la universidad." Guariglia también piensa que la filosofía puede y debe hacer aportes concretos en ética y en política. "Pero eso no implica —dice— que en la Argentina de hoy se deba llamar a los filósofos para que esbocen una república platónica ideal (el revolucionario filósofo portavoz iluminado de la vanguardia entraña graves peligros). Más aun, es posible que si algo así ocurriese, aquellos a quienes se llame aporten sólo unas confusas ideas sobre entelequias nacionales. A la inversa, significa que los filósofos, como ciudadanos, tienen el deber de hacer propuestas claras y comprensibles a la opinión pública y a los gobernantes, no sólo sobre lo que se debate, sino sobre lo que no se discute y se debería discutir."

Filosofía para la vida

Para Banega, la pregunta por la utilidad de la filosofía equivale a preguntarse para qué sirve estudiar. O también ¿cómo se restauran los valores trabajo y del estudio cuando ya nadie cree en ellos? "A todos quienes nos dedicamos a la filosofía nos toca enfrentar esta cuestión: ¿Tengo algo para ofrecer? ¿Qué puedo ofrecer, como filósofo, al mercado productivo? ¿Puedo ofrecer algo más que la aspiración a convertirme en un asalariado del Estado? Todos deberíamos preguntarnos esto porque la investigación, como profesión, está desapareciendo en el país. No estoy seguro de que la filosofía pueda ofrecerse como sabiduría para la vida: eso parece propiedad del psicoanalista o de la religión. Deberíamos preguntarnos por qué."

No todos los que portan credenciales filosóficas de alguna especie aceptarían hoy que la filosofía no sirve para la vida. En primer término, quienes organizan cafés filosóficos, reuniones que proponen a sus asistentes formar un "grupo de reflexión" sobre asuntos de la vida cotidiana: la infidelidad, la tristeza, el amor. Hoy a las 22, por caso, se puede asistir a uno que tratará el tema de los celos. A este tipo de encuentros —inspirados en los Cafés-Philos franceses pero que vienen ganando terreno en Buenos Aires— se accede pagando diez pesos. A cambio, los organizadores —formados en filosofía— ofrecen una relación teórica sobre el tema, seguida por un amable diálogo en común. No es lo mismo, sin embargo, la inocua costumbre de la charla del café que el consultorio filosófico: otro sitio que reivindica la utilidad y la capacidad de la filosofía para aplicarse a la vida, pero de origen y función más dudosos.

En su República, Platón trazó una extraordinaria alegoría: los hombres —dice allí— vivimos como encadenados en una caverna, y el que logra desencadenarse y ver el sol —es decir, el filósofo que sabe que hay algo más bello, más verdadero y mejor que las tinieblas en las que está sumida la multitud— debe regresar a la oscuridad para llevar su noticia y persuadir a los demás de que lo sigan, aunque lo llamen loco o maldito. Las interpretaciones éticas y políticas de esta alegoría son incontables pero hay una enseñanza para los aspirantes a filósofos que sin duda la mantiene viva: la filosofía no servirá ni para la propia vida ni para la vida en común si no es, de algún modo, un placer dulce y un retorno arduo a la caverna.

El análisis del discurso según Van Dijik y los estudios de la comunicación




Lee los primeros 7 puntos y haz un escrito donde expliques en qué consiste cada uno de ellos por separado.
Ya  sabes las especificaciones de los trabajos para mi clase.



INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como principal objetivo completar en una visión sintética las ideas de van Dijk en relación a la "cultura", "etnicidad", "género", "tipos de análisis de discurso" y la "emergencia" de otras disciplinas relevantes. A la luz de las fuentes consultadas, como referencias, queda claro que gran parte de los estudios sobre "análisis del discurso" (AD) ocurren en una o más de las áreas descritas en el trabajo anterior: forma, significado, interacción y cognición. Sin embargo, se aprecia que el "contexto" juega un rol fundamental en la descripción y explicación de los textos escritos y orales. A pesar de que no existe una teoría del "contexto", el concepto es utilizado por diversos expertos en una variada amplitud de significados. En la línea de enfoque de van Dijk se puede definir como "la estructura que involucra todas las propiedades o atributos de la situación social que son relevantes en la producción y comprensión del discurso"; así los rasgos del contexto no sólo pueden influir en el discurso (escrito y oral) sino que es posible lo contrario: puede modificar las características del contexto; tal como pueden distinguirse estructuras locales y globales en el discurso, lo mismo puede darse con referencia al contexto. Entre las primeras se ubican el "ambiente" (tiempo, ubicación, circunstancias, etc.) los "participantes" y sus "roles socio-comunicativos" (locutor, amigo, presidente, etc.), intenciones, metas o propósitos. El contexto global se hace evidente o relevante en la identificación del desarrollo o proceso del discurso en acciones de la organizaciones o instituciones conocidas como "procedimientos" ( legislaciones, juicio, educación, reportaje o informes). Del mismo modo el contexto global se manifiesta cuando los participantes se involucran en interacciones como miembros de un grupo, clase o institución social (mujeres - hombres; "winka"- mapuche; anciano-joven; jefe-empleado; el proceso educativo; el parlamento, la Corte, o la Policía).
Pues bien, al asumir un enfoque contextual del discurso involucramos muchos aspectos de la sociedad y su cultura. Por ejemplo, el uso pronominal que tenemos en nuestra lengua como el Español "tu-Ud" como formas de cortesía presupone siempre que, como usuarios de esta lengua, conocemos la naturaleza, de algún modo, del otro en la interacción social. Por otro lado, la variación en el léxico implica igualmente que como hablantes podemos tener opciones diferentes o "ideologías", por ejemplo, "terrorista" frente a "luchador por la libertad" o "viejo" versus "adulto mayor". Los actos de habla como las ordenes o imperativos presuponen siempre diferencias de poder y autoridad. van Dijk (l992) es concluyente cuando plantea que en todos los niveles del discurso podemos encontrar las "huellas del contexto" en las que las características sociales de los participantes juegan un rol fundamental o vital tales como "género", "clase", "etnicidad", "edad"," origen" , y "posición" u otras formas de pertenencia grupal. Además, sostiene que los contextos sociales no siempre son estáticos y que, como usuarios de una lengua, obedecemos pasivamente a las estructura de grupo, sociedad o cultura; así el discurso y los usuarios tienen una relación dialéctica en el contexto. Es decir, además de estar sujetos a los límites sociales del contexto contribuimos también a construir o cambiar ese contexto; podemos comprometer negociaciones flexibles como función de las exigencias contextuales junto con los límites generales de la cultura y la sociedad; al mismo tiempo que obedecemos al poder del grupo también lo "desafiamos" pues las normas sociales y sus reglas pueden ser cambiadas de un modo creativo donde se puede dar origen a un orden social nuevo.
2. GENERO: 
En relación a este aspecto se plantea que como varones, de un modo abierto y a veces no tanto, nos comprometemos en formas verbales "sexistas" con y acerca del sexo opuesto, atributos que prevalecen en un grupo social. De esta forma contribuimos a " reproducir" un sistema de desigualdad de géneros al ejercer un control de aquellos aspectos del contexto a expensas de participantes femeninos en el tópico, estilos, turnos, etc. en todo tipo de eventos comunicativos (Montgomery, l976; Giles, l979; Salkie, l995).
Sobresalen en este ámbito los estudios de West, Lazar, y Kramarae quienes han desarrollado el AD en este interesante ámbito.
3. LA ETNICIDAD: 
Las ideas relacionadas con el punto anterior son válidas en cuanto a la etnicidad. Aunque no se define el concepto, implica el discurso y la comunicación intra e intercultural. Se menciona la situación en los EE.UU. donde la historia de la esclavitud y la segregación racial o el racismo continuo han creado las condiciones propicias del discurso típicas de las comunidades Afro-americanas en ese país . De esta manera, los grupos étnicos o raciales han sido capaces de desarrollar formas de hablar específicas dando origen a una influencia y adaptación mutua y generando al mismo tiempo problemas de comunicación y comprensión intercultural. A nivel de sociedad global estas relaciones interculturales o inter-étnicas pueden tomar la forma de "dominancia" al entrar en una forma de reproducción de etnocentrismo y racismo a través de la utilización de un discurso "prejuiciado" o "discriminatorio" sobre una minora étnica o racial o de cualquier emigrante. Sobresalen en esta línea los estudios del mismo van Dijk junto con S. Ting-Toomey y D. Troutman sobre cultura, etnicidad y racismo (Giles,l979; Saville-Troike, l982; Stubbs, l993).
4. LA CULTURA:
Lo sintetizado en los puntos o aspectos anteriores sobre el AD adquieren validez también en el ámbito de la cultura. Ello por cuanto las distintas formas del discurso han sido testigos de las variaciones sociales entre los actores sociales como en los grupos; esto significa que el discurso es influido por las características de los cambios culturales. Así, "narrar", "cumplir una orden", expresar cortesía", o "cambiar de tema", por citar ejemplos, se pueden hacer de modos diferentes dependiendo de los valores, normas, relaciones sociales, o instituciones y la forma que adoptan o tienen determinados contextos socio-culturales. Ocurre que en el contacto intercultural las diferencias discursivas pueden aceptarse de un modo tolerante y cooperativo o dar origen a incomprensiones o conflictos traducidos en formas de dominación, exclusión u opresión (Stubbs,l993) hacia los de menos poder. De aquí que el estudio y análisis de la comunicación intra e intercultural sea un campo de acción importante para el AD multidisciplinario. En este terreno las ideas de van Dijk han sido desarrolladas por C. Goddard y A. Wierzbicka en relación a lo que ellos denominan la "interculturalidad del discurso".
5. ANALISIS DEL DISCURSO SOCIAL:
Es la dimensión donde encontramos el AD relacionado con las nociones de cultura y sociedad. Para van Dijk, es justamente el ámbito donde debieran culminar los estudios de AD. A pesar de ser un marco complejo, podemos aquí, como investigadores, trascender el mero análisis de las combinaciones "discursivas" de la oraciones, la coherencia", los "actos de habla", y los "turnos conversacionales" o los simples "cambios de tópico". Si bien es cierto que muchas de las propiedades de estas estructuras y estrategias poseen cierta autonomía y son libres de contexto, ellas interactúan con muchas de las propiedades de los contextos locales y sociales anteriormente bosquejados. Además, van Dijk plantea que si queremos explicar lo que es el "discurso", resulta insuficiente analizar sus estructuras internas, las acciones que se logran, o las operaciones mentales (procesos cognitivos) que ocurren en el uso del lenguaje. En este sentido es necesario dar cuenta que el discurso como acción social ocurre en un marco de comprensión, comunicación e interacción que a su vez son partes de estructuras y procesos socio-culturales más amplios. De esta manera, por ejemplo, las destrezas narrativas pueden ser constitutivas de una cultura colectiva o las habilidades de argumentación en el Parlamento pueden ser inherentes a los ambientes legislativos, o cómo el "discurso educacional" (Stubbs,l993) pueda definir la educación como proceso social, etc. Sobre esta base, se puede plantear la idea de que, mediante propiedades especificas del habla acerca de inmigrantes o de los "pueblos indígenas", se pueda contribuir a una forma de reproducción de "prácticas racistas". Por otra parte, siempre en la línea de van Dijk, la desigualdad de los "géneros" puede también manifestarse y confirmarse por el discurso "machista" desafiado a su vez por otro "feminista". El abuso del poder político puede involucrar a la manipulación y legitimación de la propaganda como tipos o funciones de una "comunicación discursiva" que cualquier oposición política puede de igual forma realizar. En síntesis, lo que puede aparecer como mero discurso local, en muchos casos, se instituye como procesos y estructuras complejas a un nivel más global de la sociedad.
Estas formas de AD no son simples; requieren de un estudio más integrado en todos los niveles o dimensiones vistos hasta aquí; así las relaciones entre discurso y estructuras sociales resultan a menudo ser indirectos y altamente complicados de abordar. Retomando, a modo de ejemplo, lo que decíamos en párrafos precedentes sobre el o los "usos pronominales" (pronominalización) éstos necesitan relacionarse con la estructura de la oración, el significado, la interacción, modelos mentales, la identidad y las creencias compartidas, antes de relacionarlos con las diferencias de poder entre los miembros de un grupo o estructuras y rutinas institucionales. No cabe duda que al ámbito del AD es, en consecuencia, inter o multi disciplinario; ello queda claro al entrar al campo social del AD que tiende a orientarse hacia un "campo aplicado" sobre todo si intentamos llevar este tipo de análisis al terreno de la "educación", los "medios", la "política", el "derecho", y tantos otros campos donde el discurso adopta diversas formas y usos. Esta línea específica de desarrollo del AD la encontramos en los trabajos de Britt-Louise Gunarsson quien en forma detallada nos da cuenta de lo que ocurre desde la llamada "lingüística aplicada" a la conformación del marco de un "análisis de discurso aplicado" enfocado hacia los "ambientes educativos", "ambientes legales y burocráticos", "ambientes médico- social", "ambientes laborales" ,y los "ambientes científicos o académicos" (de Beaugrande,l993).
6. EL AD CRITICO: (o Análisis Crítico del Discurso)
A pesar de que podamos involucrarnos activa o pasivamente en los aspectos sociales del AD y de un modo también lejano o desinteresado siempre tendremos en frente de nuestro trabajo las normas dominantes que requiere todo trabajo intelectual o académico con el fin de ser "objetivo". Igualmente nos comprometemos en los temas y/o fenómenos a estudiar. Como tal debemos asumir una posición más cuestionadora de la realidad circundante, principalmente cuando se trata de cómo los discursos orales y escritos reproducen el abuso de poder, la dominación o la desigualdad social. A esto es lo que van Dijk denomina "AD crítico" cuyo exponente explicita siempre su posición social y política; asumir una posición con el fin de descubrir, desmitificar y, al mismo tiempo, "desafiar" una posición o dominación mediante un análisis crítico del discurso opuesto. Así, en lugar de centrarse en la disciplina y sus teorías o paradigmas lo hace en la relevancia de una situación problemática o crucial . El trabajo de un analista crítico está orientado por un "problema" más que por un marco teórico; su análisis, su descripción de un fenómeno como la formulación de una teoría juegan un rol en la medida que permita una mejor comprensión crítica de la "desigualdad social" basada en, por ejemplo, origen, género, clase, religión, lengua, u otro criterio que pueda definir las diferencias humanas. Su fin último no ser puramente científico, sino también político y social, es decir, con tendencia al "cambio". Es justamente en este sentido que la orientación social se transforma en "crítica". Quienes se mueven en esta senda ven el AD como una tarea moral y política con responsabilidad académica.
Finalmente, debemos dejar en claro que, para van Dijk, el AD o el "discurso" mismo es una parte inherente de la sociedad y participa prácticamente en todas las "injusticias" de la sociedad como en la lucha contra ellas. Un analista crítico del discurso , además de tener en cuenta el vínculo entre discurso y estructura social apunta a ser un "agente de cambio", solidario con las necesidades que promueven tal cambio. En esta línea de trabajo sobresalen las contribuciones de N. Fairclough y R. Wodak en temas tales como "lenguaje y poder", "el discurso de los medios", y los "trastornos del discurso".
7. TIPOS DE ANALISIS DEL DISCURSO
Hasta aquí hemos presentado una introducción elemental, aunque densa, de las estructuras, niveles y dimensiones del discurso y sus enfoques. Ahora, en una breve visión retrospectiva, consideraremos el marco resultante en términos más generales al examinar aquellos principios básicos que orientan el quehacer en AD donde se distinguen tipos, estilos y modos de realizar el análisis.
El que más prevalece o ha prevalecido es el trabajo sobre "análisis textual" que trata con las estructura más abstractas del discurso escrito como un objeto fijo en la perspectiva de la "lingüística". El otro es el relacionado con el "estudio del habla" (discurso oral) que se centra en aquellos aspectos más dinámicos de la interacción espontánea en la perspectivas de las "ciencias sociales".
A pesar de las diferencias de enfoques, ambos están comprometidos con el descubrimiento de "ordenes", "reglas", y "regularidades" en el trabajo de análisis de "estrategias" y "estructuras"; tienen una orientación descriptiva y su tendencia es a ignorar contextos mayores como por ejemplo lo "cognitivo" y lo "social".
De la misma forma también existe la distinción entre estudios más "formales" o abstractos como en la inteligencia artificial y gramática, y estudios más "concretos" de textos reales o formas de habla en contextos específicos o socio-históricos, es decir, de la formas reales en que los usuarios de una lengua se manejan como "actores sociales", hablando, significando, y haciendo cosas con palabras.
En la literatura consultada, resaltan las orientaciones de tipo teórico y descriptivo y los aplicados y críticos con un fuerte‚ énfasis en lo social, el último. También se puede distinguir una diferencia en los "estilos" o diseños de investigación; aquí se sitúan los estudios "empíricos" que trabajan con información concreta o corpus, y los de orientación "filosófica" que son más bien especulativos y utilizan formas impresionísticas para referirse al discurso.
Otro criterio de diferenciación de enfoques se basa en tipos de discurso en cuanto a "género". Aquí las preferencias apuntan hacia las conversaciones, las noticias, la publicidad, la narrativa, la argumentación, el discurso político, entre otros. Ahora bien, cada uno de estos enfoques ha desarrollado sus propios conceptos, métodos y técnicas de análisis; una integración de los mismos pueden circular en forma paralela a la variación y especialización interdisciplinaria van Dijk distingue tres: a) los que se centran en el discurso mismo o en la estructura, b) los que consideran el discurso como comunicación en el ámbito de la "cognición", y c) aquellos que se centran en la estructura socio-cultural. Todos conforman una trilogía (discurso, cognición, sociedad) la que se vislumbra como el ámbito propicio para es establecimiento de una empresa multidisciplinaria en el AD. Sea cual fuere el punto por donde podamos ingresar a este triángulo descubriremos que no se necesitan de los otros lados o aspectos; cualquier exclusión, entonces, década de los años 60 el interés emergió simultáneamente tanto en el campo de las "humanidades" como en el de las "ciencias sociales". Ya, como discurso escrito y oral, venía siendo abordado o tratado en el análisis literario, la historia, la comunicación de masas, y desde la Grecia Antigua en la retórica o como las propiedades de "hablar en público". Por ser el AD un campo interdisciplinario nos referiremos en forma resumida a las principales disciplinas que lo abordan y tratan:
** Etnografía : Surge a mediado de los años 69 como una interdisciplina sistemática y explícita para abordar el AD; fue justamente en el campo antropológico donde se levanta un escenario con un primer "informe etnográfico" de los llamados "eventos comunicativos" (formas de hablar") en los contexto culturales. Se planteó que los hablantes de una lengua no sólo conocen las reglas o principios que estructuran una lengua como sistema gramatical sino también, como miembros de una cultura, son poseedores de una "competencia comunicativa" (saber qué decir y cuándo) (Silva, l988) más amplia; que comparten un conocimiento cultural de reglas sobre cómo hablar correcta y apropiadamente en situaciones, por ejemplo, "cómo advertir", "cómo contar un cuento", o "cómo entrar/salir de una disputa o debate"(Saville-Troike, l982).
** Estructuralismo y Semiótica: Surge como el llamado de Formalistas y otros especialistas Rusos en los años 20 y 30. El primero ofrece un marco más amplio para el estudio de la "narrativa", los "mitos", "literatura", y "cine" y otras prácticas semióticas en Francia desde donde se proyectaron influencias en diversos sentidos y latitudes. Por ejemplo, el análisis estructuralista de textos y/o narrativas en el estudio de los "medios" (Tobin,l990). La crítica que siempre aparece en estos enfoque es la de no dar cuenta de los procesos cognitivos, la interacción social , y las estructuras sociales.
** Gramática del Discurso: Más allá de la corriente Generativista en Lingüística, algunos lingüistas se han dado cuenta que el estudio de la lengua significaba, más que describir un sistema sintáctico, sobre la base de oraciones aisladas de contexto , comenzar a pensar en términos de "texto" o, como lo denomina van Dijk, la gramática de discurso centrado especialmente en las relaciones semántica y funcionales entre las oraciones. En otras palabras, cómo un texto es coherente y cómo se distribuye la información en el mismo. Hasta ese momento, el enfoque estructuralista o semiótico en el AD no consideraba el uso real de la lengua o la "dimensión social del discurso". De esta manera, y como una forma de enriquecer el campo del AD, los aportes provenientes de la "psicolingüística" y de la "psicología cognitiva" se han hecho relevantes al considerar el estudio de lo que ocurre en el "procesamiento" de la información verbal en textos orales y escritos.
** La Sociolingüística y la Pragmática: Al mismo tiempo que emergen los intereses por la estructura del discurso lo hacen también la sociolingüística y la pragmática como nuevas orientaciones en el campo de las ciencias del lenguaje. Parte de estos esfuerzos se centran en la "naturaleza discursiva del uso del lenguaje", "los actos de habla", y la "interacción verbal" al no sentirse una satisfacción con las cuentas formales de la estructura del discurso en un contexto socio-cultural (Salkie,l995; Leech,l996).
** La Etnometodología: Surge a fines de los 60 como un enfoque "micro-sociológico" interesado en el campo de la "interacción diaria" especialmente en lo referente al análisis de conversaciones en la "vida cotidiana"; reciben una atención preferente los "cambio de turno" o alternancias del diálogo como también qué tipo de interacción social se logra al expresarse de una determinada forma. Estos estudios ejercen gran influencia en la conformación del "análisis conversacional". Se observan escasos vínculos con los estudios lingüísticos formales y cognitivos al tiempo que se mantuvo cierta distancia de las formas "macro-sociológicas" clásicas al dar cuenta de una estructura social (Giles, l979; Stubbs, l993).
** La Psicología Cognitiva: Junto con la Psicología Educacional e inspirada por las complejidades del "aprendizaje humano" y/o "la adquisición del conocimiento" (fundamentos epistemológicos) (Audi, l998) en el inicio de los 70 surge una corriente de investigación en el estudio o rol que desempeñan los "procesos mentales" (atención, memoria, percepción, concentración, solución de problemas, etc.) en el proceso de comprensión de "textos" y en un marco que posteriormente conocemos como "ciencia cognitiva". Este desarrollo ocurre en estrecha cooperación con los avances de la "simulación" de computadores en la comprensión así como el rol del conocimiento en el ámbito de la "inteligencia artificial" que en su conjunto integra, enriqueciendo, las perspectivas de la "Lingüística Textual" (Green, l989; Turner, l996).
** La Psicología Social y la "Psicología Discursiva": La primera entra al campo del AD solamente en la década de los 80 a pesar de que en sus áreas de acción se habían tratado temas relevantes como los "procesos de socialización" y la "atribución". En Gran Bretaña algunos psicólogos sociales desde una relevancia obvia en la interacción social y la construcción de representaciones sociales" desarrollan su propio enfoque conocido como "psicología discursiva". Desde una posición cognitiva, e inspirados por los principios de la etnometodología, se centran en el estudio de la interacción como "fenómeno psicológico" para abordar la "comprensión", la "explicación", la "formación de opiniones e ideologías" (Giles, l979).
** Los Estudios de la Comunicación: En forma de algún modo lenta, en la década de los 70 y 80 las diversas ramas interesadas por el estudio de la "comunicación humana" sintieron que el AD ampliaba su domino de acción, por ejemplo, la estructura de los mensajes en los medios de comunicación masivos, la comunicación interpersonal, intercultural, y empresarial. Se puede afirmar que tanto el estudio de la comunicación humana así como el AD, en conjunto, pueden contribuir a una mayor integración de ambos enfoques ampliando el campo de una "teoría de la comunicación humana" (Brown, l994).
** Otras disciplinas: Lo planteado hasta aquí es válido para otras disciplinas que puedan emerger en el AD centrados en la humanidades y ciencias sociales. Por ejemplo, el estudio de las interacciones verbales en la administración de justicia (Corte o Tribunales) ya han atraído el interés en los llamados "estudios legales" en sociología y la psicología social. Por otra parte, los historiadores se interesan por la naturaleza textual de sus fuentes y de los aspectos narrativos de la historiografía; es el caso de la "teología" con el estudio de la Biblia o de otros textos sagrados. Podemos decir también que, por ahora, de la gama de disciplinas interesadas en el AD, la "ciencia política" es la que parece estar ausente en forma más sistemática; no se necesita argumentar mucho para darse cuenta que es justamente éste uno de los campos en que el discursos oral y escrito constituye un elemento central en todo proceso político (Leech, l996).
8. ¿DIVERSIDAD O INTEGRACION?
A pesar de la riqueza de enfoques interdisciplinarios para abordar el AD, van Dijk lo plantea como opciones válidas conducentes a la unificación de los esfuerzos o al inicio y desarrollo de caminos propios. Lo positivo, como sea que fuere, es que los esfuerzos así expuestos producen una constante renovación teórica interesante por el hecho de que inicialmente, como hemos visto, el AD ha tenido lugar en los límites de disciplinas ya establecidas. Más que tender a la diversidad, el punto es y ser la emergencia de una empresa unificada. Por ejemplo, es lo que hemos venido percibiendo entre la lingüítica textual y la psicología cognitiva; otro tanto se da entre la micro-sociología, la sociolingüística, y la etnografía. Sin embargo, también se observan dominios dispares o aislados como lo son, hasta el momento, la estilística, la retórica y los estudios sobre "argumentación" (Audi, l998). Igualmente permanecen algo separados los dominios entre "mente" e "interacción"; ello lo vemos reflejado en los estudios de la "coherencia" la que fue primero tratada en los textos escritos y desde allí al análisis conversacional; las estrategias de interacción en la llamada "habla situada" fueron ignorados en el estudios de los "textos". Por otra parte, nociones fundamentales como el "significado" han sido tratadas de maneras diferentes en la semántica formal, psicología cognitiva, sociología, y la etnografía de las interacciones.
El mismo van Dijk visualiza que también han ocurrido "formas de fragmentación" lamentables en los puntos o lugares en que se inició el AD con trayectorias más o menos típicas como ha sido el caso de aquellos esfuerzos estructuralistas y post-estructuralistas en Francia y su contraparte inglesa especialmente en orientaciones literarias y filosóficas. En la tradición Hispánica el rumbo ha sido el trazado por la influencia Francesa. Afortunadamente, en la últimas décadas se han podido apreciar muchos intentos de integración. Por el lado psicológico la ciencia cognitiva suministra un marco unificado de integración e inspiración mutua en aspectos lingüísticos, cognitivos, neurológicos, y filosóficos (Turner, l996). Desde la perspectiva socio- cultural el interés por la "interacción social situada" ha favorecido el intercambio desde la pragmática, sociolingüística, sociología, y etnografía.
Es igualmente relevante destacar que han surgido algunos puntos de vistas como para plantear que no es posible una división entre cognición e interacción, sociedad y cultura favoreciendo el desarrollo de la "antropología cognitiva" con la noción de "cognición social" como el fundamento base en el AD tanto en su dimensión socio-cultural como cognitiva.
En síntesis, se puede afirmar que el AD define un dominio de estudio que por si mismo ha promovido una influencia interdisciplinaria, por ende, una integración más que división. Se trata de que nos podamos centrar, en el futuro, en un AD como disciplina autónoma. Para ello no ser exclusividad referirse en detalle a una estructura o gramática textual, o a la cognición, interacción, estructura social, etc. sino como aspectos de un compromiso científico complejo que explique y describa el "discurso" humano como comunicación (Brown, l994).
9. LOS PRINCIPIOS EN LA ACCION DEL AD
No es suficiente explicar las propiedades del discurso así como sus dominios correspondientes. Hasta aquí hemos ampliado la visión o campo tratada en el trabajo anterior. Como toda disciplina o área de conocimiento el AD se orienta por algunos principios que es necesario de tener en consideración sobre todo cuando diseñamos algún tipo de investigación en el campo. van Dijk plantea que debemos tener en cuenta un cierto número de normas con el objeto de realizar un trabajo interdisciplinario objetivo y académico. A pesar de que los mismos puedan provocar reacciones críticas en el campo investigativo, ellos están sujetos a cambios. Veamos los más relevantes:
  1. Lo escrito y lo oral en su entorno natural: significa que cualquier estudio de AD debe tener como centro un material de trabajo que refleje realmente lo que ocurre en la interacción. Se deben evitar ejemplos inventados o construidos en favor de datos reales o "corpus". Los datos no pueden "editarse" o someterlos a un proceso de "sanitización" sino estudiados tal como son recogidos en la realidad o contexto social.
  2. El contexto: el discurso debe ser estudiado preferentemente como constituyente de su situación local, global, socio-cultural. De muchas maneras los discursos orales y escritos indican, reflejan o señalan su pertenencia contextual. Así las estructuras contextuales se deben observar y analizar en detalle y también como posibles consecuencias del discurso: ambiente, participantes, roles comunicativos, metas, conocimiento relevante, normas y valores, o estructuras institucionales u organizacionales, etc.
  3. El discurso como expresión oral: Mientras la mayoría de los trabajos iniciales de Ad se centraron en textos escritos (literatura, medios), la tendencia ahora es al cambio . Se trata de trabajar con interacciones verbales reales en conversaciones o diálogos formales e informales . El habla es considerada como la forma básica y primordial del discurso.
  4. El discurso como práctica de los miembros de una sociedad: Tanto el discurso oral y escrito son formas de prácticas sociales en contextos socio-culturales; no sólo somos usuarios de una lengua sino también somos parte o miembros de un grupo, institución o cultura. Mediante el uso de la lengua, entre otros, desempeñamos roles, afirmamos o negamos, estamos de acuerdo o desacuerdo, pedimos o damos información, adquirimos conocimiento e, incluso, dice van Dijk, somos capaces de "desafiar" una estructura social, política o institucional.
  5. Las categorías de los miembros: Desde las prácticas en "análisis conversacional" siempre se ha mantenido la idea de que no debemos imponer nociones preconcebidas o categorías desde la perspectiva del investigador. Se tienen que respetar las formas sobre cómo los integrantes o miembros de un grupo social interpretan, orientan y categorizan los atributos o propiedades del mundo social, sus conductas y el discurso mismo. Sobre esta base se deben formular las teorías que en forma sistemática y/o explícita den cuenta del discurso como práctica social.
  6. La secuencialidad: Se refiere al hecho de que el discurso se realiza en un sentido lineal o secuencial tanto en su producción como en comprensión. Esto es válido en lo oral y escrito e implica que en todo sus niveles (oraciones, proposiciones, actos) se deben enunciar e interpretar de acuerdo a la información precedente que es lo que ocurre en la así llamada "coherencia". Ello involucra cierta "funcionalidad": los elementos últimos se relacionan con los anteriores. Como usuarios de la lengua operamos así mental e interactivamente (modo en línea o "on-line"). Así nos damos la oportunidad de re-interpretar o corregir información o contenido.
  7. La constructividad: Los discursos también son constructivos en el sentido que las unidades constitutivas se pueden usar, comprender, y analizar "funcionalmente" como partes de un todo, creando estructuras jerárquicas en la forma, significado e interacción.
  8. Niveles y dimensiones: Los analistas del discurso tienen siempre la tendencia a descomponer sus trabajo en niveles y cómo se relacionan estos niveles. Como usuarios de la lengua los manejamos como un conjunto (sonidos, significados, o acciones).
  9. Significado y función: El investigador siempre está tras el o los significado(s) . Formular preguntas como: ¿Qué significa esto aquí? ¿Cuál es el sentido en este contexto? Este principio tiene implicancias funcionales y explicativas ¿Por qué se dice aquí?
  10. La reglas: Se postula que el discurso también está gobernado por reglas. Tanto el discurso oral como escrito se debe analizar como manifestación o expresión de reglas gramaticales, textuales, comunicativas o interaccionales compartidas socialmente. También interesa al analista descubrir cómo se quebrantan, se ignoran o se cambian tales reglas y qué funciones discursivas presentan tales perturbaciones.
  11. Estrategias: Los usuarios de una lengua conocen y aplican estrategias mentales e interactivas en el proceso de producción y comprensión efectiva para lograr una efectividad en la realización del discurso (expresión de la intensionalidad) y su impacto en la conducta de un destinatario . Es como en el ajedrez donde para ganar o perder aplicamos técnicas, movimientos especiales, etc.
  12. La cognición social: Es fundamental aunque sea menos reconocida en algunos enfoque o tendencias. Se trata de los procesos mentales y representaciones del mundo que expresamos en lo oral o escrito. No podríamos entender el significado, coherencia, acción, etc. sin considerar lo que ocurre en la mente de los usuarios de la lengua en la realización de las interacciones. También juegan un rol fundamental en al AD los recuerdos o experiencias personales (modelos), las representaciones socio-culturales compartidas (conocimientos, actitudes, ideologías, valores, normas) que tenemos como usuarios de una lengua o como miembros de un grupo; la cognición es la "interface" entre el discurso y la sociedad.
10. PALABRAS FINALES
En estos dos trabajos se ha presentado el pensamiento de van Dijk en relación a los estudios sobre análisis del discurso como una manera de divulgar, en el ámbito académico, este importante conocimiento. Mirada su teoría, retrospectivamente, se aprecia un recorrido largo donde destacan, podríamos decir, los estudios lingüísticos de la "pronominalización", la "coherencia semántica", la observación de los "turnos conversacionales", y la "comprensión textual". Sin duda, en este camino se han involucrado más de una disciplina con enfoques algunos más sofisticados que otros. Casi en el término del milenio, el AD está cumpliendo la mayoría de edad; su interdisciplinareidad garantiza, por tanto, renovaciones continuas, e inspiraciones que apuntan en la actualidad hacia los campos del Derecho, Ciencia Política, y la Comunicación Humana. EL AD se mueve desde un nivel macro-social a otro micro-social y viceversa entregándonos un enfoque bien fundado y crítico para el estudio de problemáticas sociales, el poder, y la desigualdad. Por otro lado, está tomando, dice van Dijk, su propio lugar en las Humanidades y Ciencias Sociales entregándonos visiones o perspectivas de los fenómenos sociales y mentales que, posiblemente, otras disciplinas lo hacen tangencialmente. Debe tenerse en cuenta que el AD no es un método aplicable al diseño de investigaciones psicológicas, sociológicas, antropológicas o socio-política. Postula a ser una disciplina autónoma. Específicamente, en el ámbito de la "psicolingüística" el AD plantea que el uso de la lengua y la manifestación del pensamiento se manifiestan en lo que van Dijk denomina " interacción social discursiva". En este sentido, habría que agregar que no son muchas las especialidades del saber humano capaces de ofrecer oportunidades válidas para entender cómo los hablantes usan una lengua, piensan, e interactúan "reproduciendo" de esta manera su pertenencia grupal, y socio-cultural; ello desde el diálogo cotidiano a la formalidad del discurso científico, o desde lo cotidiano a la rigidez del discurso pedagógico en el aula, etc. El camino de la ciencia del lenguaje en las décadas venideras será textual, discursivo, comunicativo, crítico e interdisciplinario.

Referencias:
Audi, R. (l998) Epistemology. Londres: Routledge.
Brown, G. (l994) Language and Understanding. Oxford: Oxford University Press.
de Beaugrande, R. y W. Dressler (l994) Introduction to Text Linguistics. Londres: Longman.
de Beaugrande, R. (l993) Linguistic Theory: The Discourse of Fundamen tal Works. Londres: Longman.
Dijk, T.V. (l992) Text and Context: Explorations in the Semantics and Pragmatics of Discourse. Londres: Longman.
Freedle, O. (l977) Discourse Production and Comprehension. Norwood, N.J.: Ablex.
Fraser, C. (l982) Advances in Social Psychology of Language. Canbridge: Cambridge University Press.
Giles, H. (Ed.) (l979) Language and Ethnic Relations. Oxford:Pergamon
Greene, J. (l989) Memory, Thinking, and Language. Londres: Menthuen.
Leech, G. (l996). Principles of Pragmatics. Londres: Longman.
Montgomery, M (l976) Introduction to Language and Society. Londres: Menthuen.
Saville-Troike, S. (l982) The Etnography of Comunication.
Oxford: Basil Blackwell.
Silva, O. (l988) "El Desarrollo de la Competencia Comunicativa", La Educación (Revista Interamericana de Desarrollo Educativo), l02:43-59, Washington: OEA.
Silva, O. (l997) "El Estudio del Discurso en el Camino de Teun van Dijk", Revista Frontera, l6:97-l06, Universidad de La Frontera, Temuco.
Stubbs, M. (l993) Discourse Analysis: A Sociolinguistic Analysis Natural Language. Oxford: Basil Blackwell.
Salkie, R. (l995) Text and Discourse Analysis. Londres: Routledge.
Turner, M. (l996) The Literary Mind. Oxford: Oxford University Press.
Tobin, Y. (l990) Semiotics and Linguistics. Londres: Longman

Mtro. Omer Silva V.
Licenciado en Pedagogía. Magíster en Lingüística, Depto. Lenguas, Literatura y Comunicación,.Facultad de Educación y Humanidades, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Qué es la estética?



La Estética. Existen varias definiciones designadas para el término de estética, pero podría decirse que es todo lo perteneciente o relativo a la percepción o apreciación de la belleza. También que es la ciencia que trata de la belleza y la teoría fundamental y filosofía del arte. Este término fue utilizado por primera vez por Baumgarten en  1750, en la época de la Ilustración. 


La Belleza. La Belleza es una propiedad que nos infunde amar una cosa por deleite y por otro lado puede decirse que es la propiedad de las cosas o de los seres humanos que impresiona favorablemente nuestro sentido estético.



La Estética y La Belleza. Estos dos términos tienen mucho que ver el uno con el otro y con un tercero que es el arte. Arte: es aquella virtud o industria para hacer arte y puede además significar el conjunto de reglas para hacer algo. En donde el hombre por un lado hace arte y por el otro es espectador. Khan decía que se deben establecer las propiedades del arte. La estética antigua busca los hechos del arte y la estética moderna busca explicarlas. Mientras el concepto de lo bello se asociará a la filosofía en el siglo V antes de Cristo. Y para la época clásica la estética se relacionará con el Canon de Pericleto. Constituyéndose las leyes canónicas de 3 elementos fundamentales: fundamentos filosóficos generales, la observación de los seres orgánicos y el conocimiento de las leyes de estática. Es entonces que la estética en el período clásico tiene una predilección de formas orgánicas, las proporciones, siendo además la estética del arte clásico una belleza realista, estática y una belleza psicofísica. En donde la representación de los escenarios es de gran influencia y se produce un cambio del arte; pasándose de cómo son crónicamente los hechos a como se le parezca hacer o perciben. Considerándose la estética clásica dualista: lo bello y el arte. Sin embargo en el mundo clásico arcaico, anterior al siglo V antes de cristo, en el gobierno de Pericles, la estética se veía asociada a las formas geométricas rígidas y muchas de las formas son inspiradas por la estética oriental. Los filósofos jonios van más allá a lo material, el empirismo, el hedonismo, mimetismo e inspiración; considerada como un soplo de locura. Y los sofistas, en este período, se centran en el valor de la palabra haciendo un intento por separar lo que es belleza de lo que es arte. Y Sócrates fue enemigo de los sofistas; introduciendo el bien y la verdad como valores absolutos y el valor moral de la belleza. Se presentan grandes filósofos griegos como Platón sobre los términos de belleza y arte diciendo que “la idea es el referente y algo es bello si se acerca a este referente”. Estableciendo la tríada plutoniana: la verdad, la bondad y la belleza. El arte era algo que tenía un fin y la belleza sólo puede ser captada por la mente. Aristóteles también argumentó sobre estos términos de arte y belleza y decía: “todo arte es producción pero no toda producción es arte”. Y es éste quien introduce la perceptibilidad alegando que aquello que no se puede percibir a la vista no es bello y amplió este concepto de lo bello a Dios, los cuerpos celestes, el hombre, el cuerpo y otros. En cuanto a la arquitectura la sección áurea ha influenciado grandemente en todas las épocas. Llegándose a utilizar además el existencial minimum: dimensiones basadas en las medidas del cuerpo humano para establecer las dimensiones mínimas que puede utilizar el hombre. La época helenística empieza con Aristóteles y aparecen 3 escuelas:


·         Epicúreos: hedonistas (Grecia Helenística).
·         Estoicos: conservan y recopilan las teorías históricas de los griegos. (entrado Vitrubio como personaje importante estableciendo por primera vez al arquitecto).
·         Escépticos: escuela que sostiene que la verdad no existe y si existe el hombre no es capaz de comprenderla.

Se produce además en este período la caída de Roma Occidental que queda en manos de los Godos y Roma Oriental que queda en manos de Bizancio. Y para el año 325 se declara el cristianismo como religión oficial proporcionando un gran cambio. Aceptándose en el cristianismo las ideas de estética de la arq. De Vitrubio, la belleza de Cicerón y la retórica. Los sacerdotes detendrán cualquier desarrollo de conocimiento porque ellos serán los poseedores de sabiduría y con estos la Biblia para a ser el centro. Los israelitas nunca definieron lo que es belleza y siempre desconfiaron de la ciencia; pero veían la belleza de dos formas: la belleza es vanidad y va ligada a la divinidad y la belleza como pecado. En cuanto a los griegos, éstos consideraban la belleza como una cualidad, es lo que se toca, el color etc. Muy diferente de los judíos en donde la belleza es simbólica. En el Renacimiento se vuelve al paganismo, la admiración y la centralización del hombre. Y más tarde entra el barroco, siendo Bernini su mayor representante. En este período los temas ya no son religiosos sino temas cotidianos. Más adelante se produce la revolución francesa marcando cambios políticos y sociales con la declaración de los derechos humanos. El descubrimiento de la máquina de vapor ampliará las artes con los viajes. Y surge un movimiento de rechazo, los románticos, ante el mundo contemporáneo retomando los ideales clásicos de arte y belleza. Para el S. XX el gran tema de la arquitectura es el tema de la vivienda. Y con el neoclasicismo se inicia la época de Napoleón surgiendo de aquí los movimientos de vanguardia, permaneciendo por sus causas intrínsecas el movimiento moderno. Surgen con este movimiento varias escuelas con sus tendencias, lenguajes y metodología así también como la percepción de la forma y otros mecanismos en el ámbito de la arquitectura.