La Filosofía Marxista
La filosofía marxista consiste en la transposición del idealismo hegeliano,
es decir sustituir el concepto de
espíritu por el de materia:
ésta, increada e infinita es entendida como el sustrato físico y absoluto de
todo lo existente, considerada como fuente única de toda realidad.
El contenido de la filosofía marxista, que tiene caracteres totalmente
comparables a los de una ciencia,
se manifiesta en dos aspectos:
·
Una teoría, que contiene el sistema conceptual
teórico en que se piensa su objeto: el materialismo.
·
Un método,
que, en aplicación a su objeto, expresa la relación que mantiene la teoría con
éste: la dialéctica.
Teoría de la Alienación
La concepción marxista del ser humana puede encontrarse en sus primeros
escritos, particularmente en los Manuscritos, en la crítica a Hegel y las Tesis
sobre Feuerbach, que constituyen el núcleo del llamado "humanismo marxista".
La crítica marxista se concreta en estos 3 puntos:
·
Respecto al ser humano hegeliano, que es
autoconciencia y pensamiento, para Marx debe primar en el hombre la actividad.
·
En el polo opuesto, al entenderlo únicamente como
actividad y trabajo, la economía política cosifica al ser humano, robándole su
capacidad de tomar decisiones y de "hacerse a sí mismo"
·
En cuanto a Feuerbach, su concepción del ser humano
sigue siendo demasiado abstracta y teórica. Se olvida del lado práctico del ser
humano, y así se aleja del hombre concreto para ocuparse de una esencia tan
abstracta como inútil.
Marx defiende que no existe una esencia de "ser humano" que
deba ser realizada, sino que el hombre es trabajo, actividad. El ser humano se
hace a sí mismo en sus propias acciones y
decisiones, sin realizar ningún modelo previo.
El hombre es un ser activo, y su dimensión práctica es más importante que la
teórica. El hombre no puede entenderse sólo como un "animal
racional": si la capacidad de pensamiento domina sobre la capacidad
de acción,
se reproduce una concepción injusta heredada ya de las sociedades esclavistas.
Además, hemos de tener en cuenta que el trabajo y
la acción es lo que pone en contacto al ser humano con la misma naturaleza y
con el resto de seres humanos. A través del trabajo el hombre transforma la
naturaleza y ocupa un puesto determinado en la sociedad. Por todo esto, dirá
Marx en la sexta tesis sobre Feuerbach que "la esencia humana no es algo
abstracto inherente a cada individuo; es, en realidad, el conjunto de
las relaciones sociales."
Tomando como referencia este cambio en
la concepción del ser humano, Marx reforma también otro concepto heredado de
Hegel y de Feuerbach: la alienación. Podríamos definirlo como aquel proceso o
situación social por la cual el hombre se convierte en algo distinto, ajeno o
extraño a lo que debería ser, a lo que le corresponde. Marx entiende que esta
alienación se da precisamente en el trabajo: aquello que debería realizar al
hombre (no olvidemos que éste es actividad) es precisamente lo que le termina
cosificando, lo que le esclaviza, lo que le convierte en algo inhumano, por
tanto en algo distinto de lo que el hombre es. En la medida en que el trabajo
no humanice al ser humano, se tratará de un trabajo alienante, y estará en el
punto de mira de la crítica marxista. En concreto, Marx afirma que esta
alienación que se produce por medio del trabajo tiene 4 dimensiones:
·
Respecto a la naturaleza: ésta deja de ser un patrimonio común
sobre el que cualquier ser humano puede disponer para trabajar, y se convierte
en la propiedad de
otro, en materia prima que
se puede comprar y vender, enajenada respecto a su original propiedad común.
·
Respecto al trabajo mismo: éste no le pertenece al
proletario sino al burgués que le emplea, y que aprovecha la situación de
superioridad que esto genera. Además es un tipo de actividad que no es elegida,
libre ni creativa, sino que a menudo consiste en una mecanización del ser
humano. El proletario no elige su trabajo y se ve obligado a venderse a sí
mismo como trabajo, lo que le hace sentirse extraño, insatisfecho,
explotado. "Está en lo suyo cuando no trabaja, y cuando trabaja no
está en lo suyo", llegará a decir Marx para el que la libertad
del proletariado queda limitada "a sus funciones animales,
en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la
habitación y el atavió, y en cambio en sus funciones humanas se siente como
animal."
·
Respecto al producto de
su trabajo: tampoco éste le pertenece, sino que es la mercancía, en capital que
será vendido para beneficio exclusivo del burgués, dueño de los medios de
producción. Esto aumenta aún más el abismo de desigualdad que existe entre la
burguesía y el proletariado. El producto final termina esclavizando a su
productor, que no ejerce ningún tipo de poder sobre él.
·
Respecto a la sociedad: la alienación del trabajo
es el origen de las clases
sociales. El lugar del trabajo es sinónimo del lugar que se ocupa en
la sociedad, lo que determina todas las posibles relaciones sociales. Además,
el trabajo propio del capitalismo genera competencia y
desigualdad: el otro no es visto como un compañero, como otro ser humano, sino
como un rival con el que competir, contra el que luchar. El trabajo capitalista
genera egoísmo y destruye toda posibilidad de unas relaciones sociales basadas
en la justicia y la igualdad.
Para Marx hay una relación directa entre esta alienación del trabajador
y la propiedad privada. Por eso, desde esta primera época en que perfila el
concepto de alienación, abogará por una supresión del capital, que tendrá como
consecuencia la desaparición de la alienación del hombre. El ansia de tener, de
dominar las cosas, de vencer sobre los demás se verá sustituido por una nueva
relación con la naturaleza basada en sentimientos como el amoro
la confianza.
La Dialéctica Marxista
Marx toma de Hegel el esquema dialéctico de Tesis-Antítesis-Síntesis.
Sin embargo, este esquema dialéctico no sirve para explicar el desenvolvimiento
del espíritu o la conciencia,
sino de la materia. Por ello, Marx dirá que Hegel tuvo el mérito de exponer de
un modo conceptual la dialéctica, aunque lo hiciera de un modo invertido: en
vez de tomar la materia como punto de partida, que es precisamente la propuesta
marxista, Hegel opta por la conciencia. La dialéctica marxista representa
una inversión del
planteamiento hegeliano: para el autor de El capital, la materia
(entendida sobre todo en un sentido económico) es la clave explicativa de la
realidad. Así, frente a la dialéctica de la Idea de Hegel, Marx propone una
dialéctica de la realidad y de su transformación revolucionaria. Desde
esta óptica,
no tendrá sólo fines explicativos o descriptivos de la realidad, sino que
intenta modificarla, ser un elemento más que indique las contradicciones
internas que deben ser eliminadas. El poder de la dialéctica reside entonces no
sólo en su capacidad "teórica" sino también en su capacidad práctica,
revolucionaria. La contradicción es el motor de
la realidad, y los procesos dialécticos
se presentan de un modo abierto, inacabado: las síntesis alcanzadas no son
perfectas, e incluyen dentro de sí contradicciones que terminarán
manifestándose, y dando lugar a nuevas síntesis de la realidad.
La dialéctica marxista tiene un doble significado:
·
Por un lado, Engels trata de aplicar el esquema
materialista a la naturaleza, resultando de esto el materialismo dialéctico, en
el que Marx no participó directamente (de hecho, aún se duda de que se identificara
con este tipo de explicación).
·
Por otro lado, Marx desarrolla el materialismo
histórico, que trata de comprender la historia y la economía a través de la
dialéctica. Veamos en qué consiste esta teoría marxista.
El Materialismo
El materialismo es una corriente filosófica que surge en oposición al
idealismo y que resuelve la cuestión fundamental de la filosofía dándole
preeminencia al mundo material.
Según esta concepción el mundo y por extensión el universo es
material, existente objetivamente fuera e independientemente de la conciencia.
La materia es primaria y la conciencia y el pensamiento son propiedades de ésta
a partir de un estado altamente organizada. El pensamiento en tal sentido es un
nivel superior del conocimiento humano,
proceso de reflejo de la realidad objetiva. Sostiene además que la materia no
ha sido creada de la nada, que existe en la eternidad y que el mundo y sus
regularidades son cognoscibles.
A principios del Siglo .XIX, el materialismo supone una oposición
radical a la teología y la religión, y por tanto una lucha contra las instituciones que
detentaban el poder. Ésta corriente es "resucitada" por L.Feuerbach,
que critica el idealismo de su colega Hegel. Posteriormente, Marx y Engels
toman el materialismo de Feuerbach y aprovechan el razonamiento dialéctico de
Hegel, aunque "invertido", según sus propias palabras, porque
rechazan su orientación idealista.
El Materialismo Histórico de Marx
El materialismo histórico de Marx no se puede interpretar como el
materialismo clásico de Demócrito o Leucipo, ni tampoco como el mecanicismo
científico, tan propio de la modernidad.
La intención de Marx no es afirmar que todo es materia, sino que su propuesta
va más allá, precisamente por el hecho de aplicarse a la historia y la
economía. De manera que este materialismo marxista está alejado del idealismo
hegeliano (la realidad material será más importante que el pensamiento) pero
también mantiene una distancia crítica respecto al materialismo clásico y el
mecanicismo, demasiado reduccionistas (piénsese en los nuevos modelos científicos
del siglo XIX, como la teoría de la evolución)
y estáticos, carentes del dinamismo propio de la dialéctica. Por si esto fuera
poco, el materialismo clásico es sólo una teoría más, sin preocuparse de la
transformación de aquello que observa. La realidad es sólo un objeto de
contemplación y no de transformación, que es precisamente la concepción
marxista de la realidad. Las cosas no están ahí simplemente para decir: "todo
lo que percibo es una composición material", y continuar la vida de un
modo teórico. La naturaleza y el mundo social están ahí para ser transformados
por un ser humano que por esencia es actividad, trabajo, dimensión que parece
olvidada por el materialismo clásico. El hombre está en medio de la realidad, rodeado
de una naturaleza que no únicamente es contemplada, sino también transformada,
y es en esta transformación donde se expresa la verdadera esencia del hombre. A
través de la praxis (práctica-trabajo)
Marx intenta superar la tensión entre un idealismo demasiado alejado de las
cosas, y un materialismo demasiado apegado a las mismas. Su intención última es
ampliar el punto de vista de un materialismo demasiado rígido, y rebajar las
alas al idealismo: mediante un planteamiento dinámico, podemos entender al
hombre en relación con las cosas. Hombre y realidad están íntimamente unidos a
través del trabajo, verdadera esencia del ser humano, que a la vez lo realiza y
transforma la naturaleza.
Como consecuencia de esta tesis, las ideas de los hombres están
estrechamente ligadas a las condiciones materiales de cada ser humano,
especialmente al trabajo que realiza el hombre dentro de la sociedad y al lugar
que ocupa dentro de la misma. Además, estas condiciones materiales están
regidas por la dialéctica y por su carácter histórico:
la situación actual es sólo una más de las muchas que se han dado a lo largo de
la historia (no debe ser interpretada por tanto como una verdad eterna) y puede
interpretarse además como la negación de una configuración anterior que dará
lugar a otra nueva, en la que se superarán algunas de las contradicciones
presentes. Como se ve, el materialismo histórico de Marx se empobrece si se
entiende como una teoría metafísica o
filosófica. Más bien, debe ser comprendida como una teoría de la economía, la
sociedad y la historia, tres fenómenos esencialmente humanos. En estas tres
dimensiones de la vida humana, existe una misma clave explicativa, y un mismo
motor: la contradicción y la lucha de clases.
La Lucha de Clases Sociales
Las Clases Sociales, como concepto, surge con el pensamiento social y
económico de la modernidad Europea, que expresa una de las dimensiones
fundamentales de la dinámica de
la sociedad capitalista, como resultado de la descomposición del sistema
feudal.
Después de la caída del feudalismo,
las fuerzas productivas se desarrollan con gran vigorosidad, surgiendo las
grandes fábricas cada vez más y más tecnificadas y sofisticadas, donde se
acumulaba un número mayor de obrero. Las fábricas con mayor producción y con la
mejor tecnología,
iban desplazando a las compañías más pequeñas y menos eficaces; el costo de
maquinarias nuevas se hacía cada vez más oneroso. Era necesario pues, acumular
cantidades mayores de capital. Grandes cantidades de capital se iban acumulando
en un número menor de manos, surgiendo así las grandesempresas capitalistas
y más adelantes las alianzas (el comienzo de lo que son hoy las trasnacionales)
entre estas grandes empresas llamadas trust, cartels, sindicatos y
consorcios, según el carácter y el grado de la asociación, dirigido por aquel
capitalista que tuviera las mayores acciones compradas dentro de la asociación.
De allí nacieron más tarde las grandes empresas monopolistas, acumuladoras del
gran capital, sencillamente de la explotación del trabajo humano.
Toda la teoría de Marx, es decir, la ciencia fundada
por Marx (el materialismo histórico), y la filosofía abierta por Marx (el
materialismo dialéctico) tienen por centro y por corazón la
lucha de clases. La lucha de clases es, por lo tanto, "el eslabón
decisivo", no solo en la práctica política del movimiento obrero
marxista-leninista, sino también en la teoría, en la ciencia y en la filosofía
marxistas
En la sociedad moderna según Marx considera que las clases sociales
aparecen en las sociedades con división social del trabajo. No todo el mundo
trabaja de la misma manera, ni se relaciona del mismo modo con las fuerzas
productivas. Con la aparición de la propiedad privada la sociedad se divide en
dos grandes grupos o
clases: la de las personas que poseen propiedad privada, que son dueñas de los
medios de producción (tierras, fábricas, ...) y la de aquellas personas que no
son dueñas de dichos medios y sólo disponen de la fuerza de
su trabajo para sobrevivir. De este modo, son básicamente dos las clases
sociales en toda sociedad la burguesía y el proletariado.
La Burguesía:
Se caracteriza simplemente porque tiene la posesión de
los medios de producción, mientras que el proletariado carece de
aquellos. La burguesía se vale del apropiamiento de los medios de producción,
que son medios tecnológicos que simplifican la producción de mercancías; y se
vale también delcontrol jurídico
de las relaciones de producción que eliminan ciertas restricciones al mercado y
la producción; por tanto, los que tienen la capacidad de apropiarse de tales
medios de producción y de controlar los mercados,
son justamente los capitalistas burgueses.
El Proletariado:
Es la clase formada
por los obreros asalariados de la sociedad capitalista; que carecen de
propiedad sobre los medios de producción y, por ello, están obligados a vender
su fuerza de trabajo (ver) a los capitalistas. El problema que tienen ante sí
los proletarios es sobrevivir en el sistema capitalista, y lo tienen que hacer solamente
vendiendo su fuerza de trabajo.
Con la transformación de la manufactura en
gran industria, mediante la introducción de
maquinaria, el proletariado sufrió una gran descalificación y atraso: la
fábrica es el lugar de la completa sumisión del trabajo al capital; no sólo los
medios de producción no pertenecen al obrero, sino que tambiénla
organización , los fines y el producto de su trabajo le son
desconocidos.
El desarrollo del capitalismo resulta acompañado por la descomposición
de la pequeña producción mercantil, del empobrecimiento de los campesinos y
artesanos, que engrosan las filas del proletariado; su explotación aumenta
desproporcionadamente con el aumento de las fuerzas productivas del
capitalismo. A su vez, la conciencia de clase del proletariado madura en el
proceso de la lucha de clases. Así el proletariado crea sus organizaciones—partidos
obreros, sindicatos, etc.--, para luchar contra la burguesía, y en su lucha no
sólo defiende y expresa sus intereses, sino, además, los intereses de todos los
trabajadores. El proletariado es la única clase verdaderamente revolucionaria
de la sociedad capitalista, es el portador de las ideas socialista y comunista
y se propone sustituir el régimen burgués por el régimen socialista. Todo ello
mediante la revolución socialista y la conquista del
poder político. Por lo tanto, su objetivo principal
radica en construir la sociedad socialista y comunista. En la sociedad
capitalista se produjo, en diversos aspectos, una auténtica degradación del
hombre. Sin embargo, ésta condición de máxima degradación humana lleva en sí
los signos históricos
de su redención: cuanto más la fábrica nivela y reduce a objetos a los obreros,
tanto más éstos toman conciencia, ante todo, de su propia fuerza numérica,
después, organizándose, de su propia fuerza política, finalmente, de su propio
papel histórico.
Modos de Producción:
Es, según el Marxismo, el tipo o la forma total que posee una sociedad
en función de
su período de evolución histórica, definido por su tipo de relaciones de
producción.
El modo de producción sería la forma de sociedad en su conjunto,
constituida por la infraestructura o estructura económica
y por la superestructura política, jurídica, religiosa e ideológica. La
superestructura y la sociedad en su conjunto estarían asentadas sobre la
estructura económica, en particular sobre las relaciones de producción (forma
de organizarse una sociedad para producir bienes y servicios que
depende del tipo de relación que existe entre propietarios de los medios de
producción y los productores o trabajadores).
Los modos de
producción equivaldrían a períodos históricos de la Humanidad,
explicados desde un punto de vista socio-económico, y clásicamente serían: el
modo de producción del comunismo primitivo, el asiático, el antiguo, el feudal
y el burgués o capitalista. En cada modo de producción habría dos clases
prinicpales enfrentadas, siempre definidas por quién posee los medios
productivos y por quién produce sin tenerlos: esclavos y hombres libres, siervos
y señores, proletarios y burgueses.
El modo de producción de una sociedad se define por las relaciones de
producción que las personas establecen entre sí, esto es, el tipo de relaciones
de propiedad entre los propietarios de los medios de producción de un lado, y
los directamente productores o trabajadores, de otra. En las relaciones de
producción, el trabajo individual se convierte en una partícula o parte
del trabajo
social.
•¿a qué se refiere Marx cuando dice que el
hombre es actividad y trabajo?
•Marx define lo que es alienación. Tú da
un ejemplo de un caso donde alguien esté alienado.
•¿En qué consiste el materialismo
histórico de Marx?
•¿cómo diferencia Marx a las 2 clases
sociales en el capitalismo?
•¿En qué tipo de profesionista te piensas
convertir, dueño de un medio de producción u obrero al servicio del dueño del
medio de producción?